martes, 25 de noviembre de 2014

Más primeras veces

En medio de una noche que va a ser muy, muy larga (no sabéis hasta qué punto) ya que mi cerebro parece haber asumido, a estas alturas, que soy rubia y tiene que hacer honor a esa condición, decido hacer una pausa para escribir esta entrada.

El sábado pasado tuve una boda en Madrid, por la mañana, y dos zarzuelas en Aranda de Duero, por la tarde. A parte del consecuente agotamiento lógico y esperado, fue un día absolutamente maravilloso. En la boda, interpreté un solo, el Aleluya del Exultate Jubilate de Mozart. Cierto es que me lo adjudicaron porque nuestra estrella estaba enfermita, pero eso no importa, lo que importa es que confiaron en mí para interpretarlo y al director le gustó. Eso es lo importante. Interpretar algo de cierta responsabilidad entre tus compañeros y amigos, todos fantásticos músicos, todos confiando en ti. Es algo fantástico.

Bien, primera emoción pasada. Comida con los amigos más viaje en autobús, en el que se suponía que íbamos a dormir, pero... ¡Demasiada adrenalina! Me esperaba mi primer papel como actriz, el primero de mi vida. Interpretaba la Amina en “El dúo de 'La africana'”. Solo puedo decir que me divertí tanto que casi me costaba concentrarme, que pese a mi miedo obsesivo por hacer el ridículo, lo único que quería es que la gente se riera con la italiana loca que interpretaba. Fue todo maravilloso, todo. El apoyo de mis compañeros, los que son amigos y los que no. Los ánimos, los halagos, los cumplidos... Y cuando bajó el telón, después de saludar, casi ni sabía dónde estaba, hasta que vi a mis compañeros correr hacia mí para abrazarme y felicitarme. El éxito sin la gente que queremos y que nos quiere no existe, os lo garantizo. Cada día estoy más segura. Les he dado las gracias a todos mil veces, pero siempre me parecerá insuficiente.

Cuando llegué a casa, histérica y agotada al mismo tiempo, me metí en la cama, pero mi cabeza no podía parar. En la vorágine de pensamientos que me asaltaba, me di cuenta de que, aunque siempre había luchado por esto, no estaba convencida de llegar a conseguirlo, pero el día ha llegado y estas cosas están pasando, están pasando de verdad. Es una sensación de lo más extraña ser consciente en tiempo real de que tus sueños se están cumpliendo... Y todo es gracias a la gente que decide confiar en ti y la gente que disfruta contigo encima del escenario y viene a verte, viene a ver cómo entregas todo lo que tienes sobre las tablas, lo aprecian y valoran.

“Gracias” jamás será suficiente, jamás, pero es lo único que os puedo dar. Gracias a los que vinisteis a disfrutar y gracias a los que me habéis hecho disfrutar a mí. Gracias a vosotros y gracias a Iberlírica. Gracias, sin vosotros, nada de esto es posible.



2 comentarios:

  1. Tenía un poco abandonado tu blog, porque dejé de cantar hace un año y no tenía ánimos... Ahora vuelvo a espiarte y me encuentro esto. ¡Me has dado una alegría! Enhorabuena, y que a esta sigan muchas noches más igual de maravillosas.
    Marta

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo sí que tengo abandonado esto, Marta... Mira cuándo te contesto! Pero no quiero dejar de darte las gracias por tu comentario :)
      Con lo que se avecina, creo que tendré más tiempo para dedicarle... Y habrá mucho que contar! Un abrazo :)

      Eliminar

Escribir y expresaros libremente!!!! ^o^